muy revolucionarios? pues pa ke vean el estado resulta siendo mas anarkista ke kualkiera..no kumplen ninguna ley y el ministerio de educacion se hace el de las gafas http://www.mineducacion.gov.co/1621/article-85585.html ese link veanlo en informense la revolucion no es solo musika, de hecho no es musika es mucha muicha teoria lean pues pa ke poder decir "soy revolucionario".




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Foto: Juan Carlos Escobar / EL TIEMPO

Desde el año pasado, la Institución Juan Lozano y Lozano, de Ibagué, tiene salones fuera de servicio por los daños causados por el invierno.

"Tenemos un rezago de dos décadas en infraestructura educativa", dice Gabriel Torres, experto de Educación Compromiso de Todos.

No existe un diagnóstico del mal estado de las escuelas y colegios del país ni de necesidades como esa, pero historias abundan y son muestra de que mientras la cobertura aumenta, el estado de las instituciones se deteriora.

Estos son algunos casos que reflejan esta realidad en el país.

En Barranquilla: Olores que no dejan concentrarse

Cuando el olor es soportable, los alumnos de primer grado del Colegio Distrital N° 27 Santo Domingo de Guzmán se tapan la nariz y escuchan las enseñanzas de la profesora Piedad Rodríguez Solano, entre las 6:45 de la mañana y las 12 del mediodía. Pero si es insoportable no queda más remedio que suspender las clases.

La situación se repite desde octubre del 2006, cuando la institución educativa, con 900 alumnos, ubicada en un sector deprimido del barrio Santo Domingo de Guzmán, en el suroccidente de Barranquilla, se quedó sin baterías sanitarias para ampliar las oficinas administrativas.

La rectora Cedrith Hernández explicó que ante esa situación, de manera provisional la Administración Distrital ordenó instalar cinco baños ecológicos (dos para los niños y tres para las niñas), pagando por el arriendo 200.000 pesos diarios por cada uno.

"Con la plata que se ha pagado ya se hubieran construidos los baños", sostiene Hernández.

La tardanza hasta de 15 días en el mantenimiento de los baños ecológicos es lo que tiene mortificada a la comunidad estudiantil y de docentes del centro educativo, sobre todo a los alumnos de la profesora Rodríguez, pues el olor fétido que expelen cuando se saturan de orines y material fecal se cuela por el ventanal y el aula queda 'invadida'.

En Floridablanca: 'Pico y clase' por falta de pupitres

Cuando Ivón Gutiérrez, de 12 años, sale de su casa a las 6 a.m. para ir al Instituto La Cumbre, en Floridablanca (Santander), ella y sus 44 compañeros de séptimo no saben en cuál aula estudiarán y cuál grupo se quedó en casa para cederles su salón en el colegio que no cuenta con suficientes pupitres para todos.

Ellos se enteran cinco minutos antes de comenzar clases del lugar donde les dictarán sus asignaturas, en esta institución de una zona de estratos 1 y 2.

El rector, José María González, cuenta que recurrió al 'pico y clase' porque le faltan 126 pupitres que cuestan, cada uno, entre 40 y 50 mil pesos. "No tenemos plata y a pesar de que el año pasado informamos este déficit a la Alcaldía, aún no nos ayudan. Tengo cerca de mil pupitres que no aguantan más soldadura", agrega el educador.

La profesora y coordinadora Yohana Camacho explica que la situación genera atrasos en el cumplimiento de los programas académicos de este colegio de 2.200 alumnos.

"En promedio todos los grupos sacrificamos 3 o 4 días mensuales de clases pues no podemos estar al mismo tiempo. Es muy malo que no tengamos nuestro espacio para colgar en las paredes carteleras y afiches bonitos", dice Ivón.

La semana pasada en un día debieron cambiar tres veces de salón porque los otros grupos tenían actividades lúdicas inaplazables. Por eso, es común ver el grado 7 (el afectado) recorriendo los pasillos del colegio en busca de un salón mientras su aula permanece vacía y sin pupitres.

Duván Albernia, subsecretario de Educación de Floridablanca, dice que hace poco aprobaron el Plan de Desarrollo del Municipio; ahora hay que esperar la asignación de recursos para solucionar el caso del Instituto La Cumbre.

Alto Baudó: Con un boquete en el tablero y bajo los escombros

El profesor Erico Mosquera tiene un boquete gigante en la mitad del tablero de madera en el que da clases a sus estudiantes de la institución educativa agroecologica Felipe Abadía Moreno, en el Alto Baudó (Chocó).

"Comienzo una frase en un lado y con flechas les indico a los niños dónde sigue. Toca escribir en los pedacitos que quedan", cuenta.

Esa es solo una de sus dificultades porque cuando llueve deben amontonarse en un rincón del salón para seguir la clase y evadir las goteras.

Es normal ver a los 230 niños de la institución con botas porque el pantano se cuela por los pisos de madera y compartiendo bancas que los mismos padres de familia han construido con madera de la región para que sus hijos puedan sentarse en las clases.

"Tenemos niños con problemas de espalda", cuenta el profe quien aporta tizas y marcador porque ni eso tienen.

Una situación similar viven 2.758 alumnos del colegio Santo Domingo Savio del barrio Jardín en Quibdó (Chocó), quienes realizan sus estudios entre goteras, escombros y ruidos. Hace un mes, la Alcaldía tumbó parte de los salones pues estaban a punto de caer sobre las cabezas de los alumnos por deterioro y falta de mantenimiento.

Hoy, los escombros siguen en la institución y por allí deben circular varios de los alumnos para ingresar a unos nuevos salones que comenzaron a construir pero quedaron a medio terminar.

"Y de vez en cuando vienen a trabajar en lo que falta y toca aguantar el ruido de los martillos", dice un alumno de octavo grado.

Barranquilla y Tolima tienen su diagnóstico

Barranquilla, con ayuda de la empresa privada y la Cámara de Comercio, creó un software que permite saber cuántas escuelas están en situación precaria o regular y cuál es el nivel de hacinamiento, entre otros datos.

"Estamos preocupados. Tenemos una situación grave en baterías sanitarias. Faltan pupitres y hay tableros inadecuados", reconoce la secretaria de educación de Atlántico, Lilian Ogliastri.

Allí el diagnóstico indica que el 72 por ciento de las aulas está en buen estado, un 24 por ciento en regular (paredes deterioradas) y un 4 por ciento tienen rajadas y se están cayendo.

Además que hay 156 colegios (65 por ciento) que no cumplen con el número de aparatos sanitarios necesarios para atender la población matriculada. Según su inventario, hay 160 predios educativos que requieren una intervención inmediata porque no tienen suficientes aulas para el número de estudiantes, es decir que estudian hacinados.

Barranquilla sabe desde el 2006 que ocho de cada 10 escuelas están en situación precaria y a partir de esa información tienen un plan diseñado para mejorarlas.

Ese trabajo fue tomado como ejemplo y ahora este software lo usan 10 de las 80 entidades territoriales del país para el diagnóstico de sus escuelas. Atlántico, Sincelejo, Magangué, Soledad, Cartagena, La Guajira, Bello, Itagüí están entre los que han avanzado.

Algunas tienen resultados parciales que son alarmantes, pero los definitivos se conocerán en noviembre.

En Tolima, la mitad de las edificaciones escolares necesitan ser intervenidas pues hay graves daños en los pisos y techos. Allí hay 103.000 niños del sector público y hay 1.250 sedes educativas.

"Hay escuelas rurales en condiciones difíciles, los pisos y techos son los mismos de hace 20 o 30 años y están rotos o hundidos", señala el secretario de educación Francisco Parra quien agrega que también hay deficiencias en la pintura y abundan las sedes con escaso servicio de unidades sanitarias.

Los municipios más afectados son Planadas, Ataco, Rioblanco, Chaparral, Roncesvalles, Dolores, Anzoategui, Cunday, Suárez, Palocabildo y Rovira.

Y eso que estos han hecho por lo menos la mitad de la tarea al tener claro cuál es su diagnóstico. Faltan muchos que no han comenzado aún.

La directora de Descentralización del Ministerio de Educación, Gloria Mercedes Álvarez dice que muchas veces les toca devolver proyectos a las regiones porque los lugares donde van a construir aulas tienen problemas de titularidad de los predios.

Este año llegaron 700 solicitudes de proyectos de las entidades territoriales. Después del filtro que hace el Ministerio quedaron 151 proyectos a los que les asignarán recursos este año.

Durante el 2008 la inversión para infraestructura escolar será de 70 mil millones. De ese dinero se usarán cerca de 7.000 millones para atender las escuelas que quedaron dañadas por las emergencias invernales o por el sismo que afectó a varias poblaciones de Cundinamarca y Meta.

Hay normas, pero no se aplican

Icontec y el Ministerio de Educación tienen una norma técnica sobre cómo deben ser los espacios escolares, pero la realidad muestra que muchos centros educativos ni siquiera la conocen.

Según ella debe haber una batería sanitaria (seis sanitarios) por cada 30 niños, pero hay casos como el de colegios del Atlántico donde 500 niños comparten seis sanitarios.

La norma también dice que cada niño debe tener mínimo 1,65 metros de espacio en las aulas, un ambiente iluminado y ventilación pero muchos están en salones sin luces y con malos olores.

Hasta 1993 existía el Instituto de Construcciones Escolares que era parte del Gobierno, sin embargo, con la descentralización las entidades territoriales (municipios, departamentos o distritos) quedaron responsables de hacer el diagnóstico y destinar recursos para mantener las plantas físicas.

Y a través de la Ley 21 de 1982 el Ministerio les asigna dinero pero solo para aquellos colegios que van a ampliar cobertura y únicamente para construcción de aulas y sanitarios.

Lo más grave, dice el experto en educación Francisco Cajiao, es que no existe un inventario de esta situación.
"La prioridad es poner donde hace falta para ampliar cobertura -dice-, pero hay lugares donde se empieza a sentir que hay que reemplazar colegios porque amenazan ruina".

CATALINA OQUENDO B.
REDACTORA DE EL TIEMPO Y CORRESPONSALES



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